Agua y cielo en Pamukkale

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Agua y cielo en Pamukkale

Pamukkale

Pamukkale es una de las maravillas que atesora Turquía. Literalmente, Castillo de Algodón, este emplazamiento está localizado en la región de Denizli, en pleno valle del río Menderes, al suroeste del país. A la hora de confeccionar el itinerario de un viaje a Turquía, conviene tener presente que Pamukkale se encuentra a aproximadamente a una hora en avión desde la ciudad de Estambul un trayecto que también puede efectuarse por carretera en unas diez horas. Esta perla turca es visitada diariamente por miles de turistas provenientes de todos los rincones del planeta, atraídos por la posibilidad de zambullirse en sus azules aguas que aportan todo tipo de propiedades curativas, ya que están cargadas de minerales que las otorgan ese carácter sanador desde hace generaciones.

Las aguas termales de Pammukale nacen en la parte superior de la montaña sobre la que se asienta y poco a poco van descendiendo a través de espléndidas terrazas naturales que se han ido conformando a lo largo de los siglos. Descalzarse y realizar este recorrido sobre los pies es una experiencia en sí misma, ya que se tendrá la sensación de estar caminando por una enorme piedra pómez, fruto de la erosión que el agua proyecta sobre las rocas.

Pamukkale, que quiere decir castillo de algodón, es, en efecto, un capricho de la naturaleza. Un acantilado fluvial de más de 200 metros de altura que da lugar a una sucesión de cascadas naturales, un jardín acuático, unas piscinas naturales sobre la roca calcárea, formadas por agua rica en calcio y dióxido de carbono que emana desde el interior de la tierra y ha generado decenas de estalacticas y estalagmitas al aire libre, en un lugar único en el mundo.

Hay que tener en cuenta que la piscina Sacram la más famosa del lugar, se encuentra ubicada en el interior del reconocido establecimiento hotelero Pammukale. Sin duda, uno de los mejores momentos para visitar este conjunto natural es al atardecer, ya que los rayos de sol en su retirada proyectan un juego de luces muy especial que hace las delicias de los visitantes. Además, a última hora de la tarde es cuando suele haber menos turistas en la zona, por lo que podremos disfrutar de este idílico entorno con mucha más tranquilidad.

By | 2017-01-24T08:58:48+00:00 enero 24th, 2017|Turquía, Viajes|0 Comments

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